Lo primero a resaltar, es que no se trata de una especie de jaula para mariquitas, sino un sistema de intentar que nuestras aliadas para combatir las plagas, en especial la del pulgón, se queden en nuestro huerto a pasar el invierno. Si lo consigues, en cuanto lleguen las buenas temperaturas y los primeros pulgones, las mariquitas se encargaran de mantener a ralla esta plaga tan dañina para tu huerto.
No es imposible conseguir el objetivo, pero ni mucho menos imposible. La mejor manera de atraer mariquitas al refugio casita para mariquitas es colocarlo en una zona donde la vegetación y la flores abunden (esa zona se le suele llamar “malas hierbas”). Esa zona es el hábitat ideal para las mariquitas porque pueden protegerse, alimentarse de insectos de cuerpo blando y/o huevos y nutrirse de néctar y polen.
Una vez elegida la zona, seria muy recomendable poner algo de paja dentro del refugio para hacerlo mas confortable y a su vez ir poniendo hojas o ramas infectadas de pulgón. Con este truco, las mariquitas suelen sentirse atraídas y tienen una primera tomas de contacto con el refugio.
Con paciencia se suele conseguir atraer a estos insectos beneficiosos y por norma general también pasaran el invierno por tu huerto, siempre y cuando se sientan seguras. No dejan de ser animales libres y ellos decidirán donde refugiarse durante los meses mas fríos, lo que es seguro que si mantienes un jardín/huerto libre de insecticidas, volverán año tras año.
El objetivo es conseguir que las mariquitas adultas hagan sus puestas en las plantas infectadas, de ahí saldrán las larvas de mariquita que son muchísimo mas voraces que sus padres y acaban con decenas de pulgones a diarios.
Si de forma natural no consigues este objetivo, siempre puedes criar mariquitas en casa y ir liberando las larvas en tu huerto.